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20 de Abril 2005
Habemus acojone
Habemus papam al final, y los católicos dormirán tranquilos... y yo también.
Mi máxima preocupación era que saliese un papa negro,! hey! y no me mal interpretéis ni un sólo segundo, pero supongo que sabíais de aquella profecía que decía que cuando saliese un papa negro sería el comienzo del fin del mundo. Para ser sinceros, yo creí de veras que ya había comenzado con la llegada del Tuning.
Pero es que siempre he tenido cierta fijación con el Armagedon y el final de los tiempos. Mi preocupación por las bombas atómicas me llevaron a convertirme en una auténtica experta en el cine térmico nuclear, de las cuales destaco una que se hizo allá por los ochenta, cuando la guerra fria, acojonante de verdad oyes: Threads
Recuerdo cierta vez, en mi ingenua adolescencia, que yendo a una excursión al Scatting de mi ciudad con el colegio, alguien comentó en la cola de la entrada del recinto que aquella misma tarde a las 5 sería el final de los tiempos, que hacía siglos que había sido predicho. La afirmación de unos cuantos de mi clase sobre que eso era cierto y que lo habían leído en la revista "Vale" - -auténtica biblia del Petting y manual para inexpertos en el amplio campo del sexo-, me llevó a un estado de estrés jamás vuelto a superar por nada.
Así me pasé el puto día dándole vueltas a la pista de patinaje y comiéndome la olla de una manera casi aberrante.
Llegué a casa a eso de las 4:30 pensando que ya sólo me quedaba medía hora de vida, despues de haberme tirado toda la mañana dando vueltas al una pista de hielo como una subnormal, bueno, a mi y a todos vosotros también y en que ni siquiera había tenido la oportunidad de pegarme el lote con un tío, y de follar ya ni hablemos. Tampoco era cuestión de salir corriendo a la calle y ponerme a berrear como una posesa si alguien quería pegarse el último kiki con una virgen.
Así que me quedé inmovil en el sofá esperando que los minutos pasasen, uno tras uno, como losas.
Y esperé y esperé y pasados quince minutos de tanto darle al coco me quedé sobada.
Creo que me desperté a eso de las 6 y bueno, han pasado tantos años que ya ni me acuerdo, y creo que es mejor borrar ese suceso de mi vida ya que fué un momento de patetismo bastante triste. Total que aquí sigo viva.
Luego, como mi estado mental dejaba mucho que desear, también llegué a creer que el fin del mundo se debería a la resucitación de los muertos vivientes, y desde entonces en mi cabeza no he parado de imaginarme qué sitios serían los más idóneos para esconderse de un ataque de ese tipo. Una cosa sí tengo clara, no estoy a favor de la venta de armas, pero si algo por el estilo sucediese me da que en este país ibamos a estar un tanto jodidos a no ser que con la porcelana de Lladró se pudiese hacer algún apaño.
Por lo pronto non habemus negrum papam, así que por unos cuantos años más podemos dormir tranquilos, eso sí, las nuevas profecías dicen que después de este vendrá otro y entonces si que será el Armagedon... ¿cuántos años han dicho que tenía este papa?
Bueno, por lo visto el nuevo es bastante chungo, más que el otro. Así que temblad hermanos.
Dios, ahora que lo pienso...¿ no será este el Armagedon...? Nooooo, otra vez vuelvo a sentir resurgir esa antigua angustia de mi adolescencia, me pregunto si me pasaré el resto de la vida de Benedicto no se cuanto, esperando el fin de los días.
Posted by pauli at 12:30 AM | Comments (17)